
El Real Madrid cayó ante un AC Milan limitado y complica sus chances de clasificar a la siguiente ronda de manera directa
Más de 80,000 espectadores presenciaban cómo el árbitro esloveno Slavko Vinčić daba el pitazo inicial para arrancar el partido entre los más campeones. Movió la pelota el Real Madrid y rápidamente intentó tomar protagonismo del partido. Justo cuando se acomodaba en el campo, la escuadra visitante ganó un saque de córner y lo aprovechó al máximo. 0-1 en 12 minutos tras un cabezazo letal del central alemán Malick Thiaw. Estos partidos pueden tomar giros inesperados gracias al balón detenido. La pelota parada, el arma secreta de cualquier equipo grande.
Mientras el Milan intenta retomar el balón y agarrar su propio protagonismo, el ‘rey de Europa’ no se achicó. Adelantaron líneas y le jugaron de igual a igual al oponente. En una jugada rápida por izquierda, Vinicius ganó en velocidad y generó un penal a favor. Él mismo tomó el balón y engañó a Maignan en su remate. El portero francés se ‘comió’ el amague y el delantero brasileño selló el empate. Tras el 1-1, el Madrid apostó por volver al 4-4-2 con Vini y Mbappé como referentes en ataque, cada uno por un sector. Por momentos, Bellingham se mostró como una tercera opción en ofensiva.
El equipo local buscó tener más la pelota y controlar la posesión. El Milan, por su lado, se hizo muy fuerte en los balones detenidos, especialmente desde la esquina. Después de varios corners seguidos, Lunin intervino más de una vez. A los 39’, un error en salida de Tchouameni le costó caro al equipo ‘merengue’. El Milan llegó al área con superioridad y Leao remató potentemente. Lunin logró detenerlo, pero Morata, ex-Real Madrid, no perdonó en el rebote. 1-2 a pocos minutos del descanso. Los abucheos hacia el delantero son ensordecedores. Los dirigidos de Ancelotti intentaron buscar el empate, pero no encontraron la portería antes del descanso.
El segundo tiempo comenzó intenso, trabando el partido en la mitad de la cancha. Los cambios de Brahim Díaz y Camavinga, en sacrificio de Valverde y Tchouameni, buscaron darle más movilidad al local en la mitad del campo. La escuadra madrileña intentó marcar el ritmo de juego, sin resultado. Dani Ceballos reemplazó a Modrić en una sustitución muy arriesgada de Ancelotti. El ‘rossonero’ intentaba aprovehcar las líneas adelantadas del local para golpear de contra.
A los 73’ del partido, Rafael Leao volvió a superar a Lucas Vázquez en velocidad. Se metió hasta el área y asistió al neerlandés Reijnders. Poco pudo hacer Lunin para evitar el 1-3 en contra. El partido parecía liquidado. El Milan, con muy poco, había conseguido romper las líneas defensivas.
Antonio Rüdiger se encargó de encender las esperanzas madridistas al anotar el 2-3 al minuto 80, durante los momentos finales, los favoritos del equipo blanco. Esa llama de esperanza terminó apagándose cuando el árbitro esloveno anuló el tanto del defensor alemán. Las imprecisiones y los remates desviados confirmaron que no fue la noche para el Real Madrid. 1-3 abajo y final del partido. Toca visitar al Liverpool en Anfield.