Esta vez, Liverpool aprovechó su buena forma y se quedó con los tres puntos para mantener el primer lugar y hundir al vigente campeón.
El Real Madrid es un equipo que en Champions League tiene un peso importante. Lamentablemente para el conjunto blanco, este bache trasciende las fronteras y continúa presente en los resultados madridistas a nivel europeo. La noche de un día duro fue lo reflejado en la ciudad del norte de Inglaterra: un Madrid flojo para apagar incendios y poco pesado en ofensiva. A hard day’s night. No solo este día fue malo para el madridismo, pero este comienzo de Champions League es muy incómodo. 3 derrotas en 5 partidos, ¡Help! Ancelotti, quien venía acelerando poco a poco con su nueva propuesta, no vio todas las piedras que podían aparecer en su camino. Su equipo le dijo “Hello, Goodbye” al puerto inglés.

Anfield es un recinto histórico. Está armado para este tipo de partidos. El encuentro de esta noche pintaba para un partido trabado, peleado en el medio. Los protagonistas no decepcionaron. Las faltas tácticas abundaban. El Liverpool parecía acercarse con más frecuencia y precisión que el equipo español. Darwin Núñez no dejó de tocarle la puerta a Courtois. Incluso, tuvo un cruce con el joven Raúl Asencio, quien suma solo tres partidos jugados con el primer equipo. El recién ascendido canterano fue el encargado de sacar un balón en la línea de su arco; hubiera sido gol en contra.
El plan del Real Madrid fue el mismo que le dio resultado en la liga local. 4-3-3 en ataque, con Bellingham suelto y 4-4-2 en defensa. Desafortunadamente, Ancelotti no tiene a sus piezas clave. La ausencia de Vinicius obliga a improvisar a Brahim Díaz como delantero referente, ya que Kylian Mbappé volvió a tomar la banda izquierda. Arda Güler arrancó el partido por la derecha, pero demostró que le cuesta mostrar su talento cuando tiene presente la presión de partidos de alta jerarquía. Los referentes estuvieron en el área del equipo local, pero hicieron poco daño. Estaban incómodos e imprecisos. Por otra parte, el Liverpool llegaba con claridad. Los ingleses obligaban a Courtois a ser figura y a aparecer para apagar los incendios. El Madrid se fue metiendo atrás. Aguantó lo que pudo y terminó la primera mitad con el cero en el arco.
Fue clave la presencia de Camavinga en la mitad del campo. El joven francés se presentó en todos los sectores de la cancha para apoyar a sus compañeros, tocar en primera y recuperar balones en transiciones rápidas que hacían los rivales. Fue el mejor del Real Madrid. No obstante, no pudo hacer mucho en el gol de Alexis Mac Allister. El tanto del argentino nació de un conjunto de pases rápidos que muestran el funcionamiento colectivo fuerte que tiene el Liverpool. Primer lugar en la Premier. Primer lugar en Champions League. El campeón del Mundo lo celebra. Por otro lado, Eduardo está golpeado. Va a tener que salir. Pasa a engrosar una lista de lesionados muy larga. El Real Madrid pone a prueba la longitud de su plantilla.
El partido se calienta. Los hinchas en Anfield no se detienen y empujan los ánimos del partido. Ancelotti mueve el banco y recupera a Lucas Vázquez, quien genera un penal en la primera acción que tuvo. Mbappé ya rompió su sequía en Liga; tiene que hacer lo propio en la Copa de Europa. Esa deuda quedará pendiente, ya que erró desde los once pasos. La hinchada local, estalló de felicidad. Han abucheado al ‘9’ francés y al ‘5’ inglés todo el encuentro. El encuentro alcanzó un nuevo pico al pitarse otro penal, esta vez en área visitante. Salah no duda y toma el balón. Por su mente siguen apareciendo imágenes sombrías del pasado: Kiev, 2018. París, 2022. Tantas eliminatorias. Esos pensamientos enrabiaron al egipcio, quien quiso reventarle el arco a Courtois, pero le envió un balonazo al cartel de publicidad.
Con un penal errado por bando y diversas tarjetas amarillas de por medio, el partido parecía más luchado que jugado. Dicho esto, el local lo luchó más. Lo buscó más. Arriesgó más. Los de Slot demostraron por qué están sentados cómodos en la cima de la tabla. Cerca del cierre, un cabezazo de Gakpo sentenciaron las esperanzas madridistas. Esta vez, la nueva fórmula no funcionó. En Champions, sigue sin pesar el nuevo plantel del equipo blanco. Gakpo ingresó para tomar el lugar de un Darwin Núñez desgastado y no tuvo que tener grandes cantidades de chances para firmar su nombre en el marcador. Nuevamente, con poco lo pierde el Real Madrid.
El Real Madrid está en el último lugar del repechaje. Tiene que comenzar a sumar de a 3 puntos si quiere mantener su chance de clasificar. Cada vez más, parece lejana la oportunidad de clasificar directo a octavos de final. El equipo merengue tiene que acostumbrarse a la ausencia de figuras. Cumple bien Asencio, pero no es suficiente. Los de adelante no han mostrado estar a la altura. En Liverpool se extrañó mucho a Vinicius Jr. El talento del brasileño muchas veces es un factor clave en partidos de este calibre. La mentalidad y la actitud del equipo tiene que estar intacta y focalizada. Se tienen que concentrar en pelear a muerte los 9 puntos que restan para seguir soñando con conseguir la decimosexta el próximo año en Múnich. Más tropiezos, y se tendrá que dejar ir ese sueño. Let it be.