El equipo de Simeone venció 1-0 con gol de Gallagher al minuto de juego. Sin embargo, los de Ancelotti venían con ventaja tras la ida y vencieron al ‘Atleti’ en los penales.

Simeone estaba obligado a salir a buscar el partido desde el arranque. Consiguieron el primer objetivo que era empatar la serie. Al minuto de juego, una buena acción colectiva con Julián Álvarez permitió que Connor Gallagher rompa el marcador con uno de los goles más rápidos en la historia de la Champions. No obstante, los colchoneros no pudieron estirar la ventaja. El cuadro del Cholo se está acostumbrando a ‘estacionar el bus’ una vez que logran empatar.
Los merengues se pasaban entre sí el balón, pero no lograban tener claridad. Fueron toques inútiles que no sirvieron de mucho. A diferencia del partido de ida, los atacantes del Real Madrid tuvieron a Reinildo y Gallagher por banda izquierda. Estos dos marcaron una diferencia, ya que impidieron que Rodrygo pueda avanzar cómodamente y complicaron más las chances de los blancos.
Las prórrogas no son aptas para hinchas con problemas cardíacos. El sufrimiento en el alma de los fanáticos es casi comparable con el dolor de músculos que los protagonistas tienen al exigirse por más de 120 minutos. El libreto del partido no cambió y no tenía pinta de hacerlo: la serie estaba cantada como un empate 2-2 y los penales eran la única vía para decidir al próximo rival del Arsenal en cuartos de final. En estos momentos esenciales, los hinchas colchoneros hicieron notar su presencia; el Metropolitano rugía mientras los jugadores se preparaban para afrontar la presión desde los once pasos.
Los penales son una mezcla de todo. Un poco de azar, un poco de los porteros y algo de los ejecutantes. El Atlético de Madrid nunca ha eliminado a su rival capitalino en competiciones europeas y el antecedente en los penales fue la final de Milán del 2016, cuando se impuso el Real Madrid para ganar la undécima. Con este desfavorable dato, los de Simeone intentaron cortar la mala racha.
Mbappé y Sørloth convirtieron, pero la polémica vino después. Tras el 2-1 parcial de Bellingham, Julián Álvarez ejecutó su tiro venciendo la portería de Courtois. No obstante, tras una revisión del VAR, se determinó que el argentino tocó el balón dos veces al rematar. La imagen es clara. El penal fue justamente invalidado siguiendo rigurosamente el reglamento.
El Real Madrid mantenía la ventaja, pero Lucas Vásquez desaprovechó la oportunidad de estirarla. El vicecapitán erró su disparo (algo inusual en él) y le dio a Marcos Llorente una oportunidad dorada para empatar. Sin embargo, el español falló y dejó todo servido para los blancos. Nuevamente, como en la edición anterior ante el Manchester City, el encargado fue Antonio Rüdiger. No desaprovechó y le dio el pase a su equipo. En la celebración, los de Ancelotti corrieron con el alemán y celebraron el pase a cuartos frente a la hinchada rival. Estas provocaciones pueden costarle una multa al Real Madrid, ya que la UEFA comenzó una investigación. Sin embargo, no les quitarán los pasajes a cuartos de final. Espera el Arsenal en el Emirates.